jueves, 10 de julio de 2014

David contra Goliat

Dicen, cuentan, nos repiten, que el pequeño David derribó al gigante Goliat de una pedrada en toda la frente lanzada con inusitada destreza con su honda, arma pastoril por excelencia desde los tiempos del Neolítico, usada también con notable éxito como arma de guerra hasta la época de los primeros cañones. Cuentan que gracias a la hazaña de David, los ejércitos de Israel pudieron vencer a los filisteos, los cuales llevaban cuarenta días asediándoles. Debe ser falsa esa leyenda bíblica, ya que varias generaciones de niños palestinos llevan más de cuarenta años tirándoles piedras a los tanques y a los soldados israelíes que les vienen asediando y disparando todo este tiempo, y aún no han conseguido derribar a su Goliat, el genocida estado sionista de Israel. Resulta que aunque algún soldado israelí se haya llevado una pedrada lanzada por un niño palestino, ni los obuses de los tanques, ni las bombas que le llueven del cielo al pueblo palestino, se ven dañados por el lanzamiento de piedras. Aún así, los niños palestinos siguen y seguirán lanzando piedras contra el ejército invasor, porque está en su derecho como seres humanos el defenderse ante tamaña agresión. La dignidad y la justicia están con ellos, no así las ejemplares democracias de Europa y los EEUU.